domingo, 5 de marzo de 2017

Consejo Sabios, Elche; Alicante. Con Claudio.

Al Cid.

Formidable brazo castellano,
espada al cinto… ¡Oh visión
deslumbrante empuñadura!
Inmortal el yelmo, la mano,
y la matinal barba, espesura.

Si fuera el sino, golpe certero,
esto, lo predestinado del Cielo,
que al sol deslumbre el acero,
sea la sangre el suyo anhelo,
y de su celestial lengua, el filo,
la del mudado caballero.

A tal afrenta, la tristeza diluya
tan sufrido e injusto destierro,
justicia y gloria sean, ¡Aleluya!
honra, heredades, por victoria,
sea oro, plata y rubís, el hierro.

Y justa sea, toda dispensa,
del Cielo, el firmamento, y
de la tierra, la recompensa.

Amigo Claudio…Hablan que por Asturias, por Cangas y Covadonga, allá por el 722, a un Don Pelayo nadie hiciera sombra.

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